La mayoría de las religiones se caracterizan por tener una tradición culinaria. En el caso de los musulmanes se denomina Halal; en los judíos, Kasher; y en la tradición cristiana también hay costumbres alimenticias puntuales (ayuno y abstinencia). A partir de las palabras del Corán y de la ley islámica o Sharia se ha elaborado una lista de alimentos permitidos y no permitidos para los musulmanes, además de establecer unas indicaciones sobre la forma en la que son elaborados y cocinados.
La certificación Halal es el proceso de garantía de calidad aplicado a alimentos según la Normativa Halal y otros documentos preestablecidos. Estos alimentos se ofertan desde empresas y entidades a públicos de práctica islámica, tanto en su país como en el ámbito de la Unión Europea, como para la exportación a países de prácticas islámicas.
La certificación Halal es gestionada por el “Instituto Halal” y debe satisfacer los siguientes requisitos: No incluir, ni contener en su composición nada que sea considerado ilícito con arreglo a la ley islámica.
Los alimentos deben ser preparados, elaborados, transportados o almacenados, utilizando aparatos o medios que estén exentos de aquello que sea ilícito según la ley islámica.
No haber estado en contacto directo con otros alimentos que no satisfagan los requisitos anteriores.
Contamos con gran cantidad de productos con la certificación Halal que identificamos y marcamos, para que los clientes musulmanes puedan disfrutar de la mejor calidad con todas las garantías sanitarias y cumpliendo con la ley Islamica.